Con tan poco tiempo de vida, L. de 6 años, A. de 2 años y C. de tan sólo 1 añito de vida, ya sufren la despiadada discriminación de la sociedad y aún sin saber el por qué. Ellos nacieron con VIH Sida y fueron recogidos en el Hogar Revivir. A pesar de la enfermedad que padecen, ellos transmiten esperanza y alegría por continuar viviendo.
El hogar ubicado en Hernandarias, Alto Paraná, abrió sus puertas hace pocos meses, con la finalidad de atender a niños portadores del VIH Sida. Actualmente ocho criaturas, son atendidas allí e intentando integrarse a esta nueva familia. Allí recibirán el tratamiento adecuado y todos los cuidados necesarios.
El local funciona desde octubre pasado, cuando recibió a la primera paciente, L. de 6 años, quien nació con ya con esta enfermedad. Posteriormente se sumó A., de dos años, quien está con un cuadro terminal y la pequeña C. de tan sólo un año. Todos nacieron con el VIH, ya que sus madres son portadoras del mal.
Sus fundadores, son Elimar y Nilda López, ambos de nacionalidad brasileña, quienes explicaron cómo fueron los pasos seguidos para que el hogar fuera habilitado. “Yo soy enfermero y trabajé muchos años en el hospital para sidosos en Brasil. De ahí nació un amor hacia estos enfermos y cuando llegamos a Paraguay, pudimos constatar aquí, que las personas con Sida viven totalmente desamparadas”, indica Elimar.
El extranjero manifestó que en su país de origen, cada sidoso recibe una jubilación, canastas básicas mensualmente y todo el tratamiento necesario en un moderno hospital. “Aquí no hay hospital para sidosos y tampoco reciben apoyo del gobierno. Por eso decidimos trabajar para acoger al menos, a los niños que nacen con el mal y que no tienen la culpa de nada”, señala.
Los chicos viven en la casa particular de la pareja que tiene dos hijos adolescentes de 15 y 16 años. “Decidimos convertir nuestra casa en el Hogar Revivir, porque no tenemos otro lugar disponible, pero igualmente sentimos la necesidad de crear algo así. Tampoco tenemos apoyo económico, sólo nos mantenemos con donaciones de amigos y vecinos”, dice.
Los niños reciben el tratamiento correspondiente en el hogar, además de asistencia odontológica y psicológica. La pareja se encarga de suministrarles los medicamentos, de su cuidado diario y llevarlos al Hospital Regional de Ciudad del Este para el control. Sólo la niña mayor recibe esporádicamente la visita de su madre, mientras que los demás niños, pareciera que fueron olvidados.
INCONVENIENTES
Nilda explicó que cuidar a los chicos enfermos no es una tarea fácil y pero lo más difícil de todo, es reintegrarlos a la sociedad. “Antes venían las vecinitas a jugar con L. pero hace poco se enteraron que era portadora del VIH y desde ese momento nunca más volvieron. Ahora ella debe iniciar la escuela, pero aún no encontramos una institución que quiera aceptarla”, indica.
La mujer reclamó el desconocimiento de la gente sobre este mal y su preconcepto. “La gente tiene miedo y discrimina a los sidosos. Esto es injusto, tratándose de niños. Ellos tienen los mismos derechos como cualquier otra criatura. La enfermedad sólo se transmite por transfusión de sangre o relación sexual. No por besos, ni abrazos ni usar los mismos cubiertos”, añadia.
La señora López dijo que ama los niños como si fueran suyos y que todos forman una gran familia. “Estamos felices por lograr este hogar. Nuestra misión es reestructurar todo porque algún día pensamos volver a nuestro país”, acota.
NECESIDADES
Elimar López manifestó que nadie puede trabajar en otro lugar. Toda la familia se dedica a cuidar a los niños y el hogar y que no tienen tiempo para otras actividades. “Mi señora los cuida en la casa y se encarga de todos los detalles. Yo me hago cargo de su control médico. A veces es necesario viajar a Asunción para algún tratamiento específico”, señala.
Sostuvo que reciben como ayuda, víveres, medicamentos y otras cosas pero que necesitan de todo un poco. “Hacen falta artículos de limpieza, verduras, frutas para alimentar a nuestro chicos. Además necesitamos combustible para los traslados, ropas, otros medicamentos y muebles para el hogar. Estamos por recibir a dos bebes más y ya nos donaron una cuna pero aún falta equipamiento para el dormitorio”, acota.
Otra de las prioridades del Hogar, es habilitar una nueva cocina con un comedor más amplio, obra ya iniciada, pero que para su culminación, se necesitará de la colaboración de toda aquella gente de buen corazón.
Esperamos la generosidad de personas que quieran ayudarnos porque nuestra casa se está volviendo demasiado chica. Queremos recibir a otros niños pero para eso debemos tener las condiciones necesarias”, relata.
El Hogar Revivir fue aprobado por una resolución municipal y es el primer local que recibe a niños con Sida en el Alto Paraná. Los niños son traídos por orden judicial y con el apoyo de la CODENI. La institución cuenta con una comisión, integrada por los médicos que tratan a los chicos, vecinos y amigos que ayudan para mantener el local.
Toda persona que quiera colaborar con el Hogar Revivir, puede comunicarse a los teléfonos: 0983-606 578 / 0631-22707
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